
· La organización de juristas asegura que existe amistad manifiesta entre ambos jueces.
· El Tribunal Supremo admitió a trámite la querella interpuesta contra Conde-Pumpido por parte de Abogados Cristianos por no abstenerse ni permitir la abstención de otros magistrados en el debate sobre la ley del aborto en el Constitucional.
· La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, insiste en que “lo único que piden es que todos los jueces sean imparciales, amigos no juzguen a sus amigos y que el gobierno deje de meter las manos en el poder judicial”.
· Asegura que “la intervención del gobierno en la justicia está creando la sensación generalizada de falta de imparcialidad, falta del derecho a la tutela judicial efectiva y, en definitiva, falta de justicia”.
Madrid, 9 de marzo de 2023
La Fundación Española de Abogados Cristianos ha presentado un incidente de recusación contra la magistrada del Tribunal Supremo, Ana María Ferrer, designada ponente en la causa contra Cándido Conde-Pumpido.
La organización de juristas justifica su decisión en la amistad manifiesta entre ambos magistrados.
Abogados Cristianos alega que los dos compartieron sala en el Supremo durante 3 años, él fue su aval para entrar en la sala segunda del Alto Tribunal y su esposa fue la madrina de Ferrer en su acto de posesión como magistrada del Supremo. Por todo ello, la Fundación de letrados asegura que “es un hecho absolutamente acreditado que la esposa del querellado y el propio querellado han sido padrinos, protectores, valedores y bienhechores de la ponente”.
Conde-Pumpido está acusado por Abogados Cristianos de no abstenerse ni permitir la abstención de otros magistrados para el debate sobre la ley del aborto en el Tribunal Constitucional. La organización acusa a Pumpido de un posible delito de prevaricación.
La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, asegura que “la situación actual de la justicia en España, en la que el gobierno, para poder delinquir impunemente y avanzar en su apisonadora ideológica está colocando a amigos, afines, e incluso a anteriores miembros del gobierno crea una sensación generalizada a todos los ciudadanos de falta de imparcialidad, de falta del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva y en definitiva, de algo tan peligroso como de falta de la justicia”. Insiste en que “desde Abogados Cristianos, seguimos confiando en la justicia. Por eso, vamos a pedir que todos los jueces sean imparciales, que amigos no juzguen a sus amigos y que el gobierno se abstenga de seguir metiendo las manos en el poder judicial”.